El Barco de la Paz arribó a Puntarenas en su viaje #117 por el mundo
El Peace Boat o Barco de la Paz, es un crucero con capacidad para 1800 personas que recorre el mundo promoviendo la paz, la abolición de las armas nucleares, los derechos humanos y la sostenibilidad.
La ONG internacional Barco de la Paz, fundada en Japón en 1983, tiene el estatus consultivo especial ante el Consejo Económico y Social (ECOSOC) de la ONU.
En Costa Rica, las actividades del viaje #117 del Barco de la Paz fueron organizadas conjuntamente entre la Universidad Nacional Estatal a Distancia (UNED), la Universidad para la Paz (UPAZ) y la Asociación Mundo sin Guerras y sin Violencia con el evento “Un viaje global con el Barco de la Paz: Voces de paz, testimonios y perspectivas de sobrevivientes”, realizado en la sede de Puntarenas de la UNED.
Las palabras de bienvenida de este insigne barco y sus activistas a nuestro país -con una mención especial y homenaje a sobrevivientes de las bombas atómicas lanzadas sobre Hiroshima y Nagasaki – estuvieron a cargo de la viceministra de Asuntos Bilaterales y de Cooperación Internacional de Costa Rica, Lydia María Peralta; la vicealcaldesa de Puntarenas, Adriana Quesada Mora; la jefa de la sede de Puntarenas de la UNED, Sindy Scafidi Ampié; la profesora de la Universidad para la Paz, Stephanie Knox Steiner; y el presidente de la Asociación Mundo sin Guerras y sin violencia, Giovanni Blanco Mata.
Posterior a la recepción, la coordinadora internacional del Barco de la Paz, Sumiko Hatakeyama, se dirigió a las personas asistentes y reconoció la imagen y símbolo que brinda Costa Rica al mundo por haber abolido el ejército y por su contribución en temas ambientales. Posterior a sus palabras, se desarrollaron dos foros: uno con testimonios personales de dos sobrevivientes de las bombas atómicas – Toshiko TANAKA de Hiroshima y Tadayoshi OGAWA de Nagasaki – y otro con testimonios de personas ucranianas sobre la situación actual en su pais.
Para cerrar el primer foro, Mary Dickson, sobreviviente de las pruebas de armas nucleares en los Estados Unidos, narró: “entre 1951 y 1992, Estados Unidos utilizó 928 bombas nucleares en sus ensayos en el sitio de pruebas en Nevada. La lluvia radioactiva tuvo consecuencias trágicas duraderas y de gran alcance en miles de personas que han sufrido graves problemas de salud, daños genéticos e incluso han muerto a consecuencias de la irradiación nuclear”.
En el segundo foro, las jóvenes ucranianas expusieron sus historias y compararon su vida antes y después del inicio de la actual guerra en su país, incluida su decisión de compartir sus perspectivas en el Barco de la Paz para generar consciencia sobre la guerra y pedir un alto al fuego en Ucrania.
Una vez concluido los foros, la delegación del equipo organizador se reunió con la Sra. Hatakeyama del Barco de la Paz para buscar formas de continuar trabajando conjuntamente en pro de la paz, afianzando acuerdos para el futuro.
El Barco de la Paz partió el mismo 27 de junio hacia México, dejando una estela de esperanza por un mundo mejor y un futuro en paz en el cual las armas nucleares hayan sido abolidas permanentemente.
The Peace Boat Arrived in Puntarenas on its 117th Voyage Around the World
The Peace Boat is an 1800-passenger cruise ship that travels the world promoting peace, the abolition of nuclear weapons, human rights and sustainability.
The international NGO Peace Boat, founded in Japan in 1983, has special consultative status with the UN Economic and Social Council (ECOSOC).
In Costa Rica, the activities of Peace Boat Journey #117 were jointly organized by the National State Distance University (UNED), the University for Peace (UPAZ) and the World without Wars and without Violence Association with the event “A global journey with the Peace Boat: Voices of peace, testimonies and perspectives of survivors”, held at the Puntarenas headquarters of the UNED.
The words of welcome of this distinguished ship and its activists to our country -with a special mention and tribute to the survivors of the atomic bombs dropped on Hiroshima and Nagasaki- were in charge of the Vice Minister of Bilateral Affairs and International Cooperation of Costa Rica, Lydia María Peralta; the deputy mayor of Puntarenas, Adriana Quesada Mora; the head of the Puntarenas branch of the UNED, Sindy Scafidi Ampié; the professor of the University for Peace, Stephanie Knox Steiner; and the president of the World without Wars and without Violence Association, Giovanni Blanco Mata.
After the reception, the international coordinator of the Peace Boat, Sumiko Hatakeyama, addressed the attendees and recognized the image and symbol that Costa Rica offers to the world for having abolished the army and for its contribution to environmental issues. After her words, two forums were held: one with personal testimonies of two atomic bomb survivors – Toshiko TANAKA from Hiroshima and Tadayoshi OGAWA from Nagasaki – and the other with testimonies of Ukrainian people about the current situation in their country.
To close the first forum, Mary Dickson, a survivor of nuclear weapons testing in the United States, narrated: “Between 1951 and 1992, the United States used 928 nuclear bombs in its tests at the Nevada test site. The fallout had long-lasting and far-reaching tragic consequences on thousands of people who have suffered serious health problems, genetic damage and even died as a result of nuclear irradiation.”
At the second forum, young Ukrainian women presented their stories and compared their lives before and after the onset of the current war in their country, including their decision to share their perspectives on the Peace Boat to raise awareness about the war and call for a ceasefire in Ukraine.
Once the forums were over, the delegation of the organizing team met with Mrs. Hatakeyama of the Peace Boat to seek ways to continue working together for peace, strengthening agreements for the future.
The Peace Boat departed on June 27th for Mexico, leaving a trail of hope for a better world and a peaceful future in which nuclear weapons have been permanently abolished.